En el bus... y por la calle.

Ayer en el bus estaba FELIZ!! Y porqué? No lo se, yo iba con mi música, en un hueco ínfimo y de pie, agarrada de la barra superior porque no llegaba a ninguna otra ( y eso que llego malamente, pero yo iba encantada). Me pisaron y empujaron, pero esta vez no pasaba nada, tan sólo me sonreía y les decía que no había problema. Ayudaba a los viejitos que se balanceaban, les cogía del brazo, les ayudé a salir y a levantarse, pero no fue por eso por lo que estaba feliz, no se qué había en mi interior, pero todo me dibujaba una sonrisa e incluso una lagrimilla de contenta. Un señor por la calle con una visera de flores enorme y con chepa me encantó, un hombre mayor con pinta de extranjero y cochecito de bebé me cautivó, una viejecita con olor a naftalina de su jersey recién sacado del cajón no me desagradó ( y detesto el olor), un negrito ya desesperado de que nadie tenía mechero me pidió fuego y al yo no tener le dio la risa de ataque de ansiedad de querer fumar (cuando consiguió fuego justo llegó el bus).
Mientras en la calle llena de gente corriendo de un lado para otro con prisas y estreses, la pantoja firmaba discos en el corte Inglés y todo el mundo hacía cola para ir a que le firmaran y darla un beso. En otro momento de la tarde vimos a un ciego que le metió a una señora el bastón entre las piernas, y nos dió la risa a jara y a mi y también a un chicuelo que esperaba en el semáforo. Tabién me encontré a Chema en H&M, me reí con Lori y disfruté con Jara. Hcía frío a la caída de la tarde pero nosotras de banco en banco y de tienda en tienda discutíamos y nos contábamos desde nuestras intimidades y verano hasta discutíamos por el color blanco de las chaquetas. Muy agradable tarde.